TU PROYECTO EDUCATIVO
TU
PROYECTO EDUCATIVO
A
través de esta actividad vamos a proponer la realización de un
Proyecto educativo, adaptado a los problemas reales que
podemos encontrar en nuestra sociedad; y utilizando el aula como
telón de fondo.
Inicialmente,
he realizado un Brainstorming o Tormenta de ideas, donde he
intentado determinar cuáles son los principales problemas con los
que nos podemos encontrar actualmente en nuestra aula; y, en
particular para mi persona, en alumnado de FP Básica. Podemos
encontrar una gran diversidad como:
-
El elevado índice de fracaso y abandono escolar, incluyendo
el nivel de paro juvenil
-
Los malos resultados en pruebas internacionales
obtenidos por alumnado nacional, lo cual evidencia la necesidad de un
cambio, una transformación profunda de nuestro sistema educativo
-
Continuas reformas educativas por parte del Gobierno.
-
Nuestro sistema condena al error y no lo aprovecha como una
oportunidad de aprender y crecer
-
Existe una alta desconfianza de la administración hacia los
profesionales de la educación
-
No se individualiza la enseñanza y el aprendizaje del alumnado,
ya que el sistema no se adapta a la diversidad, sino a la
conformidad.
-
Desconfianza mutua entre familias y profesorado, con la
necesidad de crear un único equipo educativo de calidad,
centrándonos en compartir y no en competir
-
Excesiva politización de la educación a todos los niveles,
incluyendo sindicatos, Asociaciones de madres y padres…
-
La NO fomentación de la creatividad y curiosidad,
reprimiéndola y anulándola.
-
No existe una transformación de la educación, y siempre
estamos esperando a qué alguien haga algo, cosa que no sucede. Por
tanto, todos deberíamos aportar; es decir, un trabajo en equipo para
conseguir grandes. Esto es lógico, pero muy difícil de conseguir.
Si
quisiéramos agruparlos por temas afines, nos encontraríamos
con problemas relacionados con la política donde incluiríamos
la lógica y necesaria transformación de la educación, las
continuas e innecesarias reformas educativas y la alta e ilógica
desconfianza de la administración con el profesorado y viceversa,
así como la excesiva politización de la educación y un sistema que
condena al error, con poca capacidad para aprender y crecer.
Desde
el punto de vista de profesor – alumnado – familias,
agruparíamos los problemas existentes de falta de confianza entre
los tres grupos a nivel general, elevado índice de fracaso y
abandono escolar (este es un grave problema, donde todas las partes
tienen un índice alto de culpa, sin olvidar al Gobierno, sea el que
sea, que también aporta su grano de arena, no positivo precisamente
en muchos casos).
Y
por
supuesto, no podemos olvidar grandes
problemas de la educación en la que el profesorado somos los grandes
causantes.
Desde mi punto de vista, la falta
de motivación es
el talón de Aquiles de un alto porcentaje del profesorado. Está
claro que sin motivación por nuestra parte, no podemos generar
empatía en el alumnado y los resultados que se obtendrán no serán
los que se buscan. Para recibir hay que dar, y la primera piedra debe
ser puesta por nosotros mismos. Lógicamente, existen factores
externos que pueden influir; dígase política, problemas personales…
pero
todo esto no puede influirnos, ya que nuestro
alumnado merece una educación que podemos conseguir, pero que hay
que luchar por ella.
El
problema sobre el que voy a centrar la tarea es exactamente este
último; es decir, la
escasa motivación del alumnado en nuestro país,
lo cual se demuestra en la Alta tasa de fracaso y abandono escolar, y
que ha generado malos resultados en pruebas internacionales
realizadas, a diferencia de otros países de la Unión Europea, como
puede ser el caso de Finlandia o Islandia, donde los resultados son
mucho más idóneos. No se trata de adaptar esos modelos en su
plenitud,
pero sí tratar de rescatar aquellas cosas que puedan ayudarnos en
nuestro trabajo a largo plazo.
La
motivación es un factor esencial en el aprendizaje.
Cuando se llevan a cabo metodologías que implican al alumnado de
forma activa en su propia formación, se espera que aumente su
motivación.
Esta
claro que una de las preguntas que nos debemos hacer inicialmente es
el hecho de Cómo
se debe motivar
al
alumnado
por parte del
profesorado,
si
la
educación debe desarrollarse únicamente en el aula o debe
integrarse en todos los ámbitos en los que interactúa el
alumnado,
quiénes son los responsables del proceso educativo: los padres, el
profesorado
o el propio estudiante.
Desde
mi punto
de vista, debemos estar plenamente
concienciados con la mejora de la enseñanza y por ello creo
que debemos
reflexionar
sobre los problemas que tiene en la actualidad la educación y cómo
se pueden solucionar con un trabajo en conjunto de toda la comunidad
educativa y del entorno del alumnado.
En
referencia a la desmotivación
de los alumnos,
existe
gran cantidad de posturas al respecto; la de los padres que le echan
la culpa al
centro y
al
profesorado,
la de éste
que
achaca todo mal a las
familias, que
no saben imprimir la autoridad, y la del
propio alumnado
que considera que se les exige demasiado y no se les da ningún
margen de error. Desde
mi perspectiva, ninguno
tiene razón y todos la tienen, porque
la Educación
es un trabajo común de todos
los implicados, en la que todos tenemos
que
poner
nuestro grano de arena
para lograr unos resultados satisfactorios y facilitar
un aprendizaje mutuo.
Hay
muchos otros factores que influyen y que se deben tener en cuenta
como
los cambios sociales que se están experimentando en la actualidad,
los medios de comunicación siempre tan criticados porque no ayudan
en el proceso educativo, y como factor más novedoso, la tecnología,
el abuso de los aparatos tecnológicos por parte del
alumnado y
progenitores tampoco ayuda a facilitar un cambio positivo. La
auténtica realidad es que los niños, a
nivel general, no consideran oportuno acudir a los centros ni
esforzarse en comprender.
Pienso
que se
desmotivan por falta de estímulos suficientes en el aula, ya
que en
las programaciones curriculares no siempre se tienen en cuenta sus
propios intereses, y el proceso
educativo
es
rígido, con poco margen de maniobra, más centrado en la enseñanza
y el profesorado que en el aprendizaje individualizado y en el
alumnado. La implicación de este
último
se logra conectando las enseñanzas con
su vida,
acercando los contenidos curriculares a sus intereses, a su día a
día. Quizá necesiten menos aspectos intelectuales, y se potencien
las relaciones interpersonales, comunicación, pensamiento crítico,
creatividad o imaginación.
La
educación es
un servicio público,
que todos utilizamos en nuestras vidas, y que se transforma en una
herramienta poderosa para la supervivencia.
Desde hace tiempo son muchas las voces críticas de profesores y
expertos en educación que piden que se implanten en las aulas el
poder trabajar por proyectos, evitando la rigidez que marcan los
contenidos curriculares actuales y que sean los propios alumnos los
que se impliquen en su aprendizaje, propiciando su automotivación
a
diario. En la realidad hay pocos colegios y profesores que sigan esta
metodología; los que la utilizan obtienen muy buenos resultados,
tanto académicos como de satisfacción personal. En
particular, el centro donde imparto docencia, realiza diversos
proyectos que están generando grandes resultados, convirtiéndose en
un centro de referencia; no solo a nivel regional, sino también
nacional.
Con
referencia a todo esto, decir que también hay profesorado
que
opina que se les proporciona contenidos no
adaptados (se de lo que hablo). Al alumnado no
se le puede enseñar un
concepto sino tenemos los medios necesarios para poder realizarlo.
Tras
realizar un estudio
de diversas entrevistas realizadas
a gente de diferentes niveles sociales, he podido encontrar
resultados, cuanto menos curiosos.
Es
llamativo ver como el punto de vista cambia mucho dependiendo de la
persona a la cual entrevistes. Si nos centramos en el profesorado, a
nivel general, encontramos un gran descontento a la hora de
enfrentarse con el alumnado actual. Siempre influye donde y a quién
demos clase, pero está claro que las sensaciones con la que nos
encontramos el profesorado en estos momentos no son las mejores, y
los resultados lo corroboran. Pero como ya hemos dicho
previamente, este problema no solo depende del alumnado o
profesorado; sino que tiene un importante
trasfondo.
Si
nos centramos en padres, a diferencia de décadas anteriores, en un
alto porcentaje, determinan que la falta de motivación de sus
hijos/as viene derivada de un problema generado por el profesorado
(les tienen manía). La educación es muy importante en el centro,
aunque también otro tipo de educación en el hogar es altamente
consecuente con los resultados finales obtenidos.
Y
ya, si nos centramos en las altas esferas, desgraciadamente, tienen
muy poco nivel de autocrítica, y cuando escuchas o lees determinadas
entrevistas puedes comprobar como no aceptan que también son parte
del problema, y que quizás sean de los primeras piezas que deberían
mover ficha.
En
definitiva, los resultados obtenidos en las entrevistas que he podido
comprobar son muy variopintos, dependiendo de cada una de las partes.
Pienso
que sería muy interesante realizar un Proyecto educativo donde se
analizará la Motivación del alumnado a todos los niveles. Se
podrían analizar diversos aspectos, como el trabajo en equipo y la
construcción propia de conocimientos.
Yo,
como profesor de FP Básica de servicios administrativos, propondría
un Proyecto en el aula centrado en la motivación directa a un
alumnado que ha sufrido (por diversas causas) un gran fracaso
escolar. En muchas ocasiones, este alumnado necesita un apoyo más
psicológico que de conocimientos (no deben olvidarse claro). Desde
mi punto de vista, dar clase a este alumnado es un
reto constante, anual y diario.
Me
he encontrado con alumnado de todo tipo, pero una cosa que les une es
la falta de motivación al iniciar esta nueva etapa educativa. Los
principales
retos
con los que me encuentro en el día a día son muy variados. La cuestión que nos debemos plantear es ¿Cómo podríamos superar dicho reto?, y pienso que existen diferentes opciones que podrían ayudarnos a mejorar la situación que acometemos y tratar de poner nuestra primera piedra. Entre esas opciones encontramos:
- Motivación constante
- Motivación constante
-
Ayudarles psicológicamente
-
Conocer sus problemas y ofrecer una “pequeña ayuda”
-
Escucharles y comprenderles
-
Reducir los retrasos curriculares con los que llegan a esta etapa
-
Tratar de iniciar su futuro profesional
- Intentar que Promocionen y lleguen a estudios superiores (en la medida de lo posible)
Lógicamente,
estos retos tendrán más valor cuanto más alumnado haya y cuántos
más problemas puedan resolverse (Ámbito),
éste debe ser comprensible y debe quedar algo por hacer, para que el
alumnado tenga día a día una motivación y un éxito que conseguir
(Gancho);
es importante que nos acerquemos al problema, observando e interactuando con el alumnado (accesibilidad);
debe ser un hecho tangible (potencial)
y se debe tener el tiempo suficiente para poder realizarlo
(viabilidad).
Pienso,
que todos los retos que he propuesto estoy intentando llevarlos a
cabo a la práctica, ya que los veo factibles con la mayoría del
alumnado con el que cuento durante este curso.
La infografía relativa al Proyecto Educativo se podría reflejar de esta manera:
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